El problema de la contaminación aérea en las ciudades gallegas [2/2]

En el presente post, continuación del anterior, se va a realizar un análisis básico del impacto de la contaminación aérea. A continuación, se va a proceder a revisar algunas de las posibles soluciones para la problemática general y la gallega. Finalmente, se dará paso a un repaso del concepto de Smart City, tan de actualidad.

Si aún no has leído el anterior post y estás interesado, puedes acceder a el mediante el siguiente enlace:

https://ingenieriaengalicia.wordpress.com/2015/12/16/el-problema-de-la-contaminacion-aerea-en-las-ciudades-gallegas/

Impacto de la contaminación

Se va a hacer un análisis económico y social de los efectos que produce la contaminación aérea y su alto impacto en el mundo. Es evidente que las afecciones sociales, a modo de enfermedades entre otras muchas, son las más importantes para nuestra vida actual y futura. Sin embargo, el alto impacto económico no debe ser desdeñado.

En lo que respecta al plano económico, son muchos los efectos producidos. Desde aquellos más visibles en aquellas ciudades en las que se debe paralizar la actividad y el tráfico, hasta aquellos incrementos en las visitas a los servicios sanitarios causados por enfermedades inducidas de la contaminación. Se necesitan de la aplicación de medidas, controles, desarrollo de normativas y otra serie de actividades que permitan mantener la contaminación a niveles aceptables, lo cual lleva a un costo importante. Además, se acompaña todo esto de inversión para reducir la contaminación o evitarla, lo cual implica un gasto de recursos en esta parcela de investigación y no en otra. No por ello resulta intrínsecamente negativo, pues son muchos los beneficios de los avances en materia de prevención o eliminación de contaminación.

Además, la presencia de contaminación aérea tiene efectos en los rendimientos de una población que puede verse afectada con una determinada severidad, con los aumentados impactos sobre grupos de riesgos como niños y tercera edad. Esto lleva a un mayor gasto sanitario y un peor desarrollo por parte de las nuevas generaciones, aparte de los costes por muertes prematuras por muy duro que suene decirlo.

Es cierto que la aplicación de medidas para el control de las emisiones resulta caro para empresas y particulares, pero mayor sería el coste de no aplicarlas. Con respecto a otro sector clave en nuestra sociedad, se destacan los efectos perniciosos sobre la agricultura, ganadería e incluso pesca, que la contaminación aérea pudiera tener.

Por otro lado, el turismo puede verse afectado por un exceso de contaminación. Cualquier visitante se lo pensaría dos veces si existen grandes problemas de contaminación a la hora de visitar nuestras ciudades si es que el motivo de su visita es puramente el de ocio, más aún si el viaje se produce con su familia. Dada la importancia del turismo en España, no se debe descuidar el control sobre la contaminación y la publicidad negativa que ello conlleva por doble motivo.

Respecto al plano económico, se debe tener también en cuenta la posible pérdida de oportunidades debido a la presencia de contaminación. Se limita la competitividad de las ciudades, se ahuyenta al talento y debido a una menor calidad de vida se pierden ocasiones de negocio para el lugar.

Sin embargo, el punto más importante lo constituye la influencia social. Está probado el desarrollo de enfermedades causadas por la contaminación, principalmente respiratorias, pero que trae consigo unas implicaciones en materia de salud, bienestar y el desarrollo de enfermedades psicológicas muy importantes. Se trata por tanto de un punto capital que la humanidad deberá enfrentar en los años venideros.

Finalmente, es de destacar el impacto que la contaminación tiene sobre la biosfera. En la actualidad, la polución y el cambio climático lleva a la afección de numerosas especies vegetales y animales, muchas de las cuales desaparecen de la faz de la Tierra para siempre. Se suele aludir a la supuesta superioridad intelectual del ser humano para desdeñosamente procurar una conservación de la biodiversidad. La cuestión es subjetiva al nivel de porque se debe conservar, si por nuestro propio bien, si por moralidad o si existen (o no) mayores justificaciones. La desaparición de especies tiene un coste social y económico que se materializará tarde o temprano.

En cualquier caso, las afecciones sobre la naturaleza son más que evidentes y aunque la aérea solo sea una más entre todos los tipos de contaminación, existen otras muchas actividades como la sobreexplotación, la caza furtiva e indiscriminada o la tala masiva, que provocan la extinción de numerosos seres vivos. Desde el humilde punto de vista del autor, paralizar un proyecto por la presencia de un ejemplar de una especie protegida resulta algo ridículo, como lo resulta también la ineficacia y pomposidad en la conservación de una biosfera que se antoja clave para nuestro futuro. No solo es importante para esas especies sino también para nosotros, recordemos también animales cuyo básico objetivo de vida es el de sobrevivir y reproducirse pero que adquirimos el papel de los agentes causantes de la desgracia ajena.

Soluciones generales y particulares

Respecto a las posibles soluciones a aportar para mantener los niveles de contaminación a valores adecuados existe una amplia amalgama de ellas. Es necesario tener en cuenta que, pese a que en la actualidad Galicia no presenta graves problemas de contaminación, nada asegura que la situación no se pueda agravar de la mano de alguna de las condiciones arriba expuestas u otros motivos. Entre ellos el del cambio climático, realidad más o menos intensa, que obliga a una supervisión y vigilancia del estado del aire en un futuro por su cambio en las reglas del juego en Galicia y el mundo.

Una de las medidas generales a promover es la creación de planes, normas y procedimientos a seguir a nivel comunitario o regional que permitan coordinar recursos y acciones para lograr unos objetivos planteados y entre los que debería estar el de mantener la situación en los niveles actuales.

De cara a cuidar los niveles de tráfico, que se recuerde era el principal contaminador, resulta importante la promoción de un eficiente y ecológico transporte público urbano e interurbano en sus múltiples modalidades. Para ello resulta clave una adecuada y razonable oferta así como la presencia de otros elementos que faciliten su uso, como el de los aparcamientos disuasorios como el A Coruña en Lonzas.

No se puede olvidar el papel de la coordinación entre los distintos Concellos que puedan involucrarse en el establecimiento de líneas, como es el caso del Área Metropolitana de A Coruña. Durante mucho tiempo no se llegaba a un acuerdo y era una gran demanda para la población y, si bien esa necesidad venía dada por motivos de transporte y económicos, no resulta despreciable el probable impacto ambiental positivo que puede tener.

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Imagen que muestra las distintas zonas tarifarias para los viajes en autobús en el Área Metropolitana de A Coruña. Fuente: página web del transporte metropolitano de Galicia.

Por otro lado, las compañías de transporte que ofrecen dichas modalidades de transporte público no deben descuidar que realizan un sinfín de viajes. Resulta vital por lo tanto que cuiden las emisiones de sus vehículos y están sean las menores posibles para toda la flota y sean sustituidos por medios más eficientes de una manera gradual y acorde a sus posibilidades. En este sentido, los nuevos autobuses adquiridos por la Compañía de Tranvías de A Coruña gozan de la tecnología más eficaz del mercado para la reducción de esas emisiones, que es la que tienen los Enhanced Environmental Vehicles (EEV), como reza su página web. Otro ejemplo lo constituye el de la ciudad de Vigo, en la que su empresa VITRASA encargada del transporte en autobús presenta una parte considerable de la flota con sistemas de emisión certificados en EURO V, el sistema de protección a nivel europeo más exigente.

Por otro lado, esos vehículos serán en la medida de lo posible llevados por motores eléctricos o aquellos sistemas híbridos que provoquen mejores consumos y menores niveles de polución aérea, acústica o en cualquier otro sentido.

Además de este transporte urbano y metropolitano, se debe considerar la necesidad de mejorar la oferta de otros modos de transporte interurbanos, regionales y nacionales, que sean menos contaminante. En este caso, reducir el transporte por carretera por medios privados debe ser un objetivo. La promoción del tren y el autobús en esos desplazamientos, los menos contaminantes, evitaría la emisión de ingentes toneladas de emisiones de CO2 a la atmósfera. Los desplazamientos en avión resultan también más nocivos para la naturaleza que el ferrocarril y los autobuses, pero se entiende que su uso está limitado a necesidades de rapidez de desplazamiento y grandes distancia de los mismos.

Pero no solo el transporte público y privado colectivo debe cuidar las emisiones realizadas. La utilización de dichos transportes colectivos en todos los desplazamientos dentro de lo posible por parte de la ciudadanía resulta de una alta importancia. Se destaca que está probado que el transporte privado por carretera es el que mayor contaminación en total produce.

Dada la dispersión poblacional de Galicia y la oferta e infraestructura existente, las necesidades de desplazamiento están en muchos casos limitadas irremediablemente al vehículo privado. En este caso, es el usuario el que puede influir en un uso más solidario con las emisiones.

Para ello podrá utilizar, dentro de lo que se pueda permitir, un vehículo lo más moderno y menos contaminante posible u optar por compartir vehículo en muchos trayectos. Incluye esta última idea tanto los transportes interurbanos, con sistemas como el de la polémica BlaBlaCar, como los urbanos con medidas como la de acudir acompañado por un compañero al lugar de trabajo. Decidir realizar acciones como las anteriormente mencionadas ayudaría a mejorar el tráfico en  general y, por ende, las emisiones. Dentro de este punto, se destaca la importancia de la necesidad de determinadas subvenciones por parte del Gobierno para cambiar el vehículo propio a otros más eficientes y ecológicos, siempre y cuando estén justificadas.

Desde las Administraciones se está procurando potenciar el uso de la bicicleta mediante la prestación de servicios de alquiler de vehículos aparte de mejores y más numerosas rutas ciclistas por las poblaciones. Resulta esta idea de gran interés para la reducción de las emisiones y mejorar el medio ambiente y la salud de los usuarios. También se torna clave una mayor concienciación por parte del resto de conductores de la vía pública para conseguir que aquellos usuarios de la bicicleta que la utilicen con corrección, tanto por las vías señaladas para tal fin como por carretera, puedan realizar sus desplazamientos sin contaminar pero con seguridad.

La peatonalización total o parcial de los centros urbanos puede ser otro punto de interés siempre que venga acompañado de sistemas de acceso y tránsito por el mismo adecuados. Incluye esta afirmación tanto el del transporte público como el privado, incluyendo estacionamientos. El fomento de caminar provoca una mejora en la salud de una sociedad que como la gallega tiene muy enraizado coger el coche para muchos de sus desplazamientos, sea necesario o no, más allá de reducir las emisiones.

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El fomento del uso de bicicletas y de caminar produce efectos saludables en la población y menores emisiones de particulas contaminantes. Foto cortesía de la Voz de Galicia.

Otro punto clave es el que será estudiado en el siguiente punto, y que no es otro el del fomento del concepto de Smart City.

No se debe descuidar la importancia que las industrias u otras actividades productivas tengan en la emisión de partículas. Aunque no sean una de las principales fuentes de contaminación, sí que producen polución. Es clave asegurar una legislación y normativa eficaces que permita que sus valores se mantengan en unos límites adecuados y un control y seguimiento de los mismos.

Por último, el fomento de nuevos hábitos de vida puede ser otra solución. Partiendo desde la necesidad básica de un uso más responsable y eficiente de todos aquellos elementos presentes en nuestras vidas y casas. La aparición de otros modos de vida, como trabajar desde casa o de nuevas formas de actuar, como el realizar pedidos de bienes de consumo desde el propio hogar como podría ser el de un supermercado, y que sea enviado en camiones de reparto evitando los correspondientes trayectos particulares de cada comprador, son solo pequeños granos de arena que harán quizás algún día un oasis y no un desierto de la vida.

Smart cities

Resulta de tremenda actualidad el concepto de Smart City o Ciudad Inteligente. En su definición, en constante actualización, también se adopta el término Ciudad Eficiente. Se refiere a un determinado tipo de desarrollo urbano basado en la sostenibilidad que es capaz de responder adecuadamente a las necesidades básicas de tanto las instituciones, las empresas como las de los propios habitantes, ya sea en el plano económico, operativo, social o ambiental. En el mundo se pueden encontrar multitud de ejemplos que con mayor o menor éxito pretenden implantar este concepto para obtener ciudades eficaces y eficientes para sus habitantes.

Uno de los mayores ejemplos lo constituye la ciudad de Masdar, una especie de megabarrio o distrito en la ciudad de Abu Dhabi de los Emiratos Árabes Unidos. Se trata de un proyecto que arrancó en 2006 y su objetivo era estar terminado para el año 2016, pero problemas derivados de la crisis mundial se ha pospuesto su apertura. De todos modos, en 2013 se abrió una cuarta parte de la ciudad para impulsar el desarrollo del proyecto y la instalación de habitantes en Masdar City.

El funcionamiento de esta ciudad es no solo ecológico sino que autosuficiente. Aprovechando su localización en una zona de alta insolación, se colocan paneles solares en toda la ciudad que harán que la dependencia del petróleo desaparezca en un principio. Por otro lado, el agua se obtendría del mar y del tratamiento de aguas grises y negras. Además, en su diseño se ha buscado la eficiencia procurando disminuir los desplazamientos necesarios con planificación urbana al detalle y con mezcla de usos del suelo.

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Recreación aérea de Masdar City, en Abu Dhabi (EAU). Imagen obtenida de la página web de Foster and Partners.

La situación del complejo lleva consigo la presencia de fuertes vientos y tormentas de arena, por lo que se ha construido un muro perimetral que la proteja. Dicha planificación, unido a un diseño orientado a aprovechar las corrientes de aire y unas calles estrechas que funcionan a modo de túneles, al  más puro estilo de las ciudades medievales únicamente en el sentido de amplitud de calles, consiguen calles frescas en el desierto.

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Recreación interior de la ciudad de Masdar en Abu Dhabi en EAU. Foto obtenida de la página web de ecoesmas.

Para asegurar el transporte se han diseñado tres sistemas posibles. Por un lado, el denominado Transporte Rápido Personal o PRT, formado por una especie de cabina individual eléctrica que recorre toda la ciudad y funciona las 24 horas del día. El Transporte por Rail Ligero o LRT es otro de los modos consistente en un tren eléctrico que conecta con el aeropuerto de Abu Dhabi y permite un desplazamiento en masa. Por último, es importante asegurar los suministros de esta miniciudad y eso se consigue mediante el Transporte de Carga Rápida o FRT por sus siglas en inglés. Permite transportar mercancías y alimentos.

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Recreación del interior de Masdar City en Abu Dhabi (EAU). Se pueden apreciar las calles estrechas a la sombra y el transporte individual diseñado. Foto obtenida de la página web de Foster and Partners.

Pese a las dimensiones y ambiciones del proyecto, es cierto que le está costando arrancar y de momento parece difícil que se vea en los próximos años esta ciudad en pleno o parcial funcionamiento. Aprovechando el tirón que dan los petrodólares es de alabar que la ciudad realice un proyecto que sirve para investigar las posibilidades en este campo y que en un futuro no muy lejano pueden ser parte de nuestra realidad con las condiciones particulares de cada lugar, pese a que quizás no sean tan fastuosas como este proyecto.

En lo que respecta a Galicia, destacan como proyectos de Smart City los de Pontevedra, A Coruña o Vigo. Se está intentando promocionar prácticamente en cada ciudad proyectos que pretenden convertir todas ellas en referentes nacionales y mundiales pero son procesos que en el contexto de una crisis se deben ir desarrollando poco a poco y que su alcance inicial debe valorarse en su justa medida.

Dentro de las medidas realizadas destacan la creación de apps y plataformas vía internet que permiten un mejor y más sencillo contacto de la ciudadanía a los órganos de Gobierno, consultar información de interés y la realización de determinados trámites. Asimismo, se instauran medidas orientas a mejorar la eficiencia de prácticamente todos los campos de acción de las ciudades, desde turismo a gestión de residuos, pasando por aspectos de innovación.

Si se habla de Pontevedra, no se puede olvidar que es una ciudad que ha implantado con éxito un concepto de ciudad que si bien no está exactamente definido como el de una Ciudad Inteligente, si ha obtenido premios por su modelo urbano y de movilidad sostenible e inteligente, aparte de una serie de premios de urbanismo de diferentes categorías. La ciudad del Lérez constituye desde este punto de vista un gran referente a seguir.

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Imagen aérea de Pontevedra obtenida de la página web de Pontevedraviva.

Respecto a la ciudad de A Coruña, se han llevado a cabo medidas por parte del ayuntamiento para lograr una mayor eficiencia de la ciudad. Se han realizado avances en materia de medio ambiente, agua, energía y movilidad que permiten mejorar la vida de la ciudadanía, la cual además puede ahora participar con mayor peso y facilidad.

Además, en Vigo, se han tomado decisiones similares a las del ejemplo anterior en aras de convertir a Vigo en una Smart City. Ahora la gestión del Gobierno se supone más inteligente con procesos agilizados mediante sistemas modernos y mejoras en la gestión de residuos y la planificación urbana además de los campos mencionados anteriormente en el apartado de la ciudad herculina. Además, se promueve el turismo de la ciudad.

En lo que respecta a la capital Santiago de Compostela, se está avanzando en la creación de una ciudad inteligente. De momento se está cambiando el alumbrado de determinadas calles por otros más eficientes, con el objetivo de ampliar estas medidas a otras localizaciones a lo largo del tiempo. Asimismo, se pretenden crear aplicaciones que nos indiquen las posibilidades de estacionamiento, para contactar con el Concello o para gestionar los residuos. Todo esto se engloba en el objetivo de convertir a Santiago en una ciudad más eficiente y ecológica.

Conclusiones

Por lo tanto, pese a que la contaminación aérea en la actualidad no sea un problema para Galicia no se debe menospreciar su posible evolución, especialmente en el contexto de cambio climático en el que el mundo se ve inmerso.

Para mantener la contaminación a los niveles actuales, los adecuados, se pueden tomar numerosas medidas. Entre ellas están aquellas generales a tomar por la esfera política, administrativa y económica. Estas incluyen llevar a cabo planes autonómicos y regionales para frenar el avance de la contaminación, promociones del transporte público, ayudas para renovar el parque automovilístico o el impulso de las Smart cities o ciudades inteligentes por parte de la Administración.

Pero no se debe olvidar que cada uno podemos aportar lo nuestro en esta lucha contra la contaminación. Utilizar el transporte público mientras sea posible, hacer un uso ecológico y eficiente de nuestras viviendas y demás elementos de nuestra vida, usar coches de bajas emisiones dentro de lo que el bolsillo permita, utilizar la bicicleta en la medida que se pueda o tener hábitos más saludables para nosotros mismo y nuestra atmósfera, como el de compartir coche para ir al trabajo o caminar más, son solo algunas de ellas.

No podemos renunciar al bienestar y salud de la población actual y venidera dado el alto impacto social y económico negativo que la contaminación, no solo aérea, implica, por lo que habrá que tomar medidas para conservar la envidiable situación de nuestro aire a la que nada ni nadie puede asegurar que vaya a permanecer en dicho estado para siempre.

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